Cervicitis
La cervicitis es una afección que conlleva la inflamación del cuello del útero. Este cuello uterino está situado en la parte baja de la matriz y, por tanto, en la parte superior de la vagina. Lo atraviesa el canal cervical, que permite que la sangre del periodo menstrual o un bebé pasen de la matriz hacia la vagina.
Además de la cervicitis, existen otras patologías que pueden afectar al cuello uterino:
Cáncer de cérvix: que comienza en el cuello del útero y está considerado el tercer tipo de cáncer más común entre las mujeres.
Neoplasia intraepitelial cervical o displasia: se refiere a cambios anormales en las células de la superficie del cuello uterino. Estos cambios no implican un cáncer pero si pueden considerarse precancerosos.
Pólipos de cérvix: son neoplasias que se forman en la parte inferior del útero que conecta con la vagina y están producidos por causas desconocidas.
Embarazo ectópico: es aquel que se produce fuera del útero y se considera una patología potencialmente mortal para la madre.
¿Cuáles son los síntomas de la Cervicitis?
Los principales síntomas que nos harán sospechar que una paciente sufre de Cervicitis incluyen:
Picor o prurito genital
Sangrado vaginal anormal que ocurre después de las relaciones sexuales, después de la menopausia o entre menstruaciones.
Flujo vaginal inusual que no desaparece: gris, blanco o amarillo.
Relaciones sexuales dolorosas.
Dolor vaginal.
Presión o pesadez en la pelvis.
En el caso de que también se produzca una inflamación de los ligamentos que sostienen los órganos pélvicos, lo cual es muchos menos frecuente, puede presentarse:
Dolor de espalda.
Dismenorrea (Menstruación dolorosa).
Amenorrea (Ausencia de menstruación).
Causas de la cervicitis
Enfermedad de trasmisión sexual, alergia o vaginosis bacteriana
La cervicitis suele ser un síntoma o una consecuencia de enfermedades de trasmisión sexual como la clamidiasis; la tricomoniasis; el herpes genital; o la gonorrea; pero también puede ser producida por una reacción alérgica a un espermicida o un producto de higiene íntima; o por el crecimiento excesivo de bacterias que causa la vaginosis bacteriana.
Los principales factores de riesgo para que se presente la cervicitis son:
– Tener relaciones sexuales sin protección, con distintas parejas o con una pareja que tiene relacione sexuales de alto riesgo.
– Antecedentes de infecciones de trasmisión sexual.
– Inicio de las relaciones sexuales a edad temprana.
Diagnóstico
El diagnóstico se hace en una consulta médica en base a los síntomas y un examen ginecológico, durante el cual se hace un hisopado vaginal para determinar la presencia de virus o bacterias específicos. Un examen ginecológico también puede ayudar a diagnosticar lesiones del cuello uterino.
Tratamiento
Tratamiento usualmente empírico para la infección por clamidia y gonorrea
En la primera visita, la mayoría de las mujeres con cervicitis aguda deben ser tratadas empíricamente para la infección por clamidia, sobre todo si tienen factores de riesgo para enfermedades de transmisión sexual (p. ej., edad < 25, nuevas o múltiples parejas sexuales, sexo sin protección) o si el seguimiento no se puede asegurar. Las mujeres también deben ser tratadas empíricamente para la gonorrea si tienen factores de riesgo para enfermedades de transmisión sexual, si la prevalencia local es alta (p. ej., > 5%), o si el seguimiento no se puede asegurar.
El tratamiento de la cervicitis consiste en lo siguiente:
Infección por clamidia: azitromicina 1 g por vía oral una sola vez o con 100 mg de doxiciclina 2 veces al día, por vía oral, durante 7 días
Gonorrea: ceftriaxona 250 mg IM una vez más la azitromicina 1 g por vía oral una vez (debido a la resistencia emergente de N. gonorrhoeae a las cefalosporinas)
Una vez que la causa o las causas se identifican sobre la base de los resultados de las pruebas microbiológicas, el tratamiento posterior se ajusta en consecuencia.
Si la cervicitis persiste a pesar de este tratamiento, se debe descartar la reinfección con clamidias y N. gonorrhoeae, y se debe iniciar el tratamiento empírico con moxifloxacina 400 mg por vía oral 1 vez al día durante 7 a 14 días (p. ej., durante 10 días) para cubrir una posible infección por M. genitalium.
Si la causa es una enfermedad de transmisión sexual bacteriana, las parejas sexuales deben ser examinadas y tratadas simultáneamente. Las mujeres deben abstenerse de mantener relaciones sexuales hasta que la infección haya sido eliminada en ellas y en sus parejas sexuales.
Todas las mujeres con infección por clamidia o gonorrea confirmada deben realizar pruebas entre 3 y 6 meses después del tratamiento porque la reinfección es común.
Factores de riesgo
Corres más riesgo de contraer cervicitis en los siguientes casos:
Tener conductas sexuales de alto riesgo, como no usar protección, estar con distintas parejas o con una persona que tiene conductas de alto riesgo
Haber comenzado a tener relaciones sexuales a temprana edad
Tener antecedentes de infecciones de transmisión sexual
Complicaciones
El cuello del útero actúa como una barrera para evitar que las bacterias y los virus entren en el útero. Cuando el cuello del útero está infectado, existe un mayor riesgo de que la infección se traslade al útero.
La cervicitis, causada por la gonorrea o la clamidia, puede propagarse al revestimiento uterino y a las trompas de Falopio, lo que provoca la enfermedad inflamatoria pélvica, una infección de los órganos reproductivos femeninos que puede causar problemas de fertilidad si no se trata.
La cervicitis también puede aumentar el riesgo de contraer el VIH de una pareja sexual infectada.
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