abril 26, 2022

Ganglión

Ganglión  

Los quistes ganglionares son bultos no cancerosos (benignos) que con frecuencia se forman a lo largo de los tendones o de las articulaciones de las muñecas o de las manos. También pueden aparecer en los tobillos y en los pies. Por lo general, los quistes ganglionares son redondos u ovalados y están llenos de un líquido gelatinoso.

Síntomas

Los bultos asociados con los quistes ganglionares pueden caracterizarse por lo siguiente:

Ubicación. Los quistes ganglionares con frecuencia se forman a lo largo de los tendones o de las articulaciones de las muñecas o de las manos. Después de las muñecas y las manos, los lugares más frecuentes son los tobillos y los pies. Estos quistes también pueden aparecer cerca de otras articulaciones.

Forma y tamaño. Los quistes ganglionares son redondos u ovalados y por lo general miden menos de 1 pulgada (2,5 centímetros) de diámetro. Algunos son tan pequeños que no pueden palparse. El tamaño de un quiste puede variar, a menudo se agranda cuando usas la articulación afectada para movimientos repetidos.

Dolor. Por lo general, los quistes ganglionares son indoloros. Pero si un quiste comprime un nervio, incluso si es demasiado pequeño para formar un bulto perceptible, puede causar dolor, hormigueo, entumecimiento o debilidad muscular.

¿Cuáles son las causas del ganglión o quiste?

La causa que desencadena la formación de estos pequeños bultos se desconoce. Se ha observado que son más comunes en personas jóvenes de entre 20 y 40 años de edad y se desarrolla más en mujeres. Además, es más probable que lo desarrollen personas que utilizan y sobrecargan la muñeca. Las personas que tienen artritis pueden desarrollarlos con más facilidad.

También los golpes y contusiones pueden provocarlos, aunque a veces no hay causa objetiva y aparecen sin más. Sin embargo, es posible que aumenten su tamaño si la articulación donde se ubica tiene mucha movilidad.

¿Cómo se diagnostican los gangliones?

Generalmente, un ganglión se diagnostica por cómo se ve y dónde está. Su médico también palpará el bulto y lo iluminará con una luz. Si el bulto es un ganglión, la luz suele pasar a través del mismo.

Es posible que necesite una radiografía si su médico sospecha que se trata de artritis o una lesión. Puede extraerse y examinarse algo del líquido que se encuentra en el ganglión. En casos raros, pueden hacerse una resonancia magnética o una ecografía.

Tratamiento

Los quistes ganglionares (gangliones) no suelen ser dolorosos y no requieren tratamiento. El médico puede sugerir un enfoque de observar y esperar. Si el quiste es doloroso o afecta el movimiento de las articulaciones, el médico puede recomendarte lo siguiente:

Inmovilización. Debido a que la actividad puede causar el agrandamiento del quiste, puede ser útil inmovilizar temporalmente el área con un dispositivo de inmovilización o férula. A medida que el quiste se reduce, puede dejar de comprimir los nervios, lo que alivia el dolor. Evita usar el dispositivo de inmovilización o férula por mucho tiempo, ya que puede causar el debilitamiento de los músculos cercanos.

Aspiración. En este procedimiento, el médico usa una aguja para drenar el líquido del quiste. El quiste puede volver a aparecer.

Cirugía. Esta puede ser una opción si otros enfoques no funcionaron. Durante este procedimiento, el médico extirpa el quiste y el tallo que lo une a la articulación o al tendón. Rara vez, la cirugía puede dañar los nervios, los vasos sanguíneos o los tendones circundantes. Y el quiste puede volver a aparecer, incluso después de la cirugía.

Cuidados no quirúrgicos:

La aplicación de almohadillas alrededor del ganglión puede reducir la presión y la fricción.

La aspiración del líquido mediante una aguja también podría aliviar los síntomas. Al mismo tiempo, puede que le inyecten esteroides. Pero, los gangliones pueden volver a formarse.

Limitar los movimientos o actividades que aumentan el dolor puede aliviar las molestias.

La aplicación de hielo en el ganglión durante 15 a 20 minutos puede aliviar temporalmente la inflamación y el dolor.

Si la inflamación es grave, su proveedor de atención médica podría tratar los síntomas con medicamentos.

Cuidado en casa después de la extirpación

Si a un niño le extirpan un quiste ganglionar, después le cubrirán el área con una gasa o vendaje y generalmente también con una férula o escayola.

La zona operada puede estar dolorida e hinchada. Mantener la mano (o la zona operada) elevada por encima de la altura del corazón durante unos pocos días puede ayudar a reducir la inflamación. Para aliviar el dolor, pregunte al profesional de la salud que atiende a su hijo sobre la posibilidad de darle ibuprofeno o paracetamol. Una bolsa de hielo envuelta en una toalla también puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación. Mantenga secos el vendaje y la férula, protegiéndolos con una bolsa impermeable cuando su hijo se duche o se bañe.

En la visita de control, es posible que el profesional de la salud que lleva a su hijo le recomiende fisioterapia o terapia ocupacional para favorecer su recuperación. La mayoría de los niños pueden volver a la vida normal de dos a cuatro semanas después de la operación.

 

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