Mastitis
La mastitis es una inflamación de la mama que puede ir acompañada de una infección.
¿Cuáles son las causas de la mastitis?
Entre las causas de la mastitis se incluyen las siguientes:
Retención de la leche materna. Si no se amamanta correctamente, el pecho puede no vaciarse por completo. Esta retención de la leche materna puede provocar dolor en el pecho y acabar en infección.
Obstrucción de los conductos lácteos. Si un conducto se obstruye, puede acumularse leche. Si no se trata la obstrucción, puede producirse una infección de pecho.
Bacterias. Las bacterias de tu piel y de la boca del bebé pueden introducirse en los conductos lácteos a través de una fractura o una grieta de la piel del pezón o a través de la abertura de un conducto lácteo. La leche materna es un caldo de cultivo para bacterias que pueden provocar mastitis.
Algunas madres son más propensas a sufrir esta enfermedad que otras, y entre los factores de riesgo se encuentran los siguientes:
Pezones agrietados
Permanecer en una única posición mientras amamantas, lo que hace que el pecho no se vacíe por completo
Usar sujetadores ajustados o ejercer presión sobre el pecho, lo que puede limitar el flujo de la leche
Estar demasiado cansada o estresada
Haber sufrido mastitis antes, lo que puede aumentar el riesgo de mastitis de lactancia recurrente
Mala nutrición.
Síntomas
Los síntomas de una infección mamaria pueden incluir:
Agrandamiento de las mamas en un lado solamente
Bulto en las mamas
Dolor en las mamas
Fiebre y síntomas seudogripales, que incluyen náuseas y vómitos
Picazón
Secreción del pezón (puede contener pus)
Hinchazón, sensibilidad y calor en el tejido mamario
Enrojecimiento de la piel, generalmente en forma triangular
Ganglios linfáticos agrandados o sensibles en las axilas del mismo lado
Exámenes y pruebas
Por lo general, su médico puede diagnosticar mastitis en función de sus síntomas y de un examen del seno afectado. No suelen necesitarse pruebas. Pero podrían realizarse para confirmar un diagnóstico o para ayudar a guiar el tratamiento para otros problemas que puedan producirse.
Cultivo de leche materna
Si tiene una infección que no mejora con el tratamiento, su médico podría realizar un cultivo de leche materna. Para proporcionar una muestra para un cultivo, deberá colocar una pequeña muestra de leche del seno afectado en un hisopo estéril. Los resultados del cultivo ayudan a su médico a confirmar un diagnóstico y a averiguar qué bacterias específicas están provocando la infección.
En algunos casos, se necesita más de un tratamiento con antibióticos para eliminar una infección del seno. Si no ha respondido al tratamiento con antibióticos, los resultados del cultivo podrían utilizarse para determinar el antibiótico más eficaz para usted.
Absceso
Algunas veces, un foco de pus (absceso) se forma en la zona enrojecida del seno. Si un absceso está demasiado profundo como para que se lo pueda examinar al tacto, su médico podría utilizar una ecografía de seno para examinarlo. También puede utilizarse una ecografía para guiar una aguja hacia un absceso cuyo líquido debe drenarse. Por lo general, se realiza un cultivo del líquido del absceso para identificar al organismo que causa la infección.
¿Cómo se trata la mastitis?
Para las mujeres que no están dando de mamar, el tratamiento de la mastitis suele consistir en que les receten antibióticos. Para las mujeres que están dando de mamar, el tratamiento puede ser simplemente cuidarse. Estos cuidados incluyen:
Mantenerse hidratada
Descansar abundantemente
Seguir dando de mamar al bebé, asegurándose de que se enganche adecuadamente
Tomar medicamentos para aliviar el dolor que no necesitan receta médica como ibuprofeno (con el consentimiento del médico) para ayudar a aliviar la fiebre o el dolor
Sacarse leche del pecho, si es necesario
En la mayoría de los casos, la mastitis es fácil de tratar y las mujeres pueden volver a sus actividades diarias.
Factores de riesgo
Entre los factores de riesgo de la mastitis se incluyen los siguientes:
Episodio de mastitis anterior durante la lactancia
Pezones lastimados o agrietados, aunque la mastitis se puede manifestar sin que la piel esté lastimada
Uso de un sostén ajustado o presión ejercida en el pecho por usar el cinturón de seguridad o una cartera pesada que puede limitar el flujo de leche
Técnica de lactancia inadecuada
Cansancio o estrés excesivos
Nutrición deficiente
Tabaquismo
Prevención
Para comenzar la relación de amamantamiento con tu lactante de la mejor manera, y para evitar complicaciones como mastitis, considera realizar una consulta con un consultor de amamantamiento. Un consultor de amamantamiento puede ofrecerte consejos y asesoramiento invaluable para realizar las técnicas de amamantamiento adecuadas.
Minimiza las probabilidades de padecer mastitis al seguir estos consejos:
Drena por completo la leche de los senos mientras amamantas.
Permite que tu bebé vacíe por completo uno de los senos antes de cambiar al otro seno durante el amamantamiento.
Cambia la posición que utilizas para amamantar entre una alimentación y otra.
Asegúrate de que tu bebé se prenda de forma correcta durante el amamantamiento.
Si fumas, pregúntale al médico sobre dejar de fumar.
Aprende a prevenir la mastitis
Existen diversos consejos para evitar que se produzca esta inflamación en el tejido mamario, sin embargo, si eres una mamá primeriza o desconoces la técnica adecuada para amamantar a tu bebé, debes hablar con tu matrona o gineco obstetra de cabecera para que te enseñe a amamantar.
Puedes disminuir las probabilidades de padecer mastitis siguiendo estas recomendaciones:
Debes asegurarte que al amamantar, tu bebé se prenda de forma correcta durante todo el proceso.
Dante el amamantamiento permite que tu bebé vacíe por completo uno de los senos antes de cambiar al otro.
Cambia la posición que utilizas para amamantar entre una alimentación y otra.
Drena por completo la leche de los senos mientras amamantas.
Si fumas es muy importante dejar de hacerlo y consultar con tu médico técnicas adecuadas para evitar el consumo de tabaco.
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