abril 24, 2021

Artritis

Artritis

Es la inflamación o degeneración de una o más articulaciones. Una articulación es la zona donde 2 huesos se encuentran. Existen más de 100 tipos diferentes de artritis.

Causas

La causa de la aparición de esta enfermedad es desconocida. Se sabe que es un proceso autoinmune, lo que significa que se produce porque  el sistema inmune, que en condiciones normales nos defiende de agentes externos como bacterias o virus y de las células tumorales, ataca a las articulaciones, produciendo inflamación y daño en ellas.

El hecho de que la padezcan más mujeres que hombres ofrece pistas sobre el importante papel de los factores hormonales en la aparición de esta patología.

También es muy relevante el componente genético. «Hay una base hereditaria que es muy conocida y que, probablemente, es el factor de riesgo más importante», señala Alejandro Balsa, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología y jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario La Paz (Madrid). «También hay factores externos; el primero -y el más frecuente- es el tabaco, pero puede haber otros, como ciertas infecciones, la periodontitis y la obesidad», añade el experto.

Se han estudiado agentes infecciosos concretos -virus y bacterias- y,  aunque se han encontrado datos sugerentes en algunos casos, aún no hay evidencias que confirmen su implicación.

¿Qué síntomas producen?

Aunque ambas pueden afectar a cualquier articulación del cuerpo, la localización de la artritis dependerá del tipo. Por ejemplo, la artritis reumatoide ataca más a las muñecas y dedos de las manos, y la gota, generalmente, a pies, tobillos y rodillas. La artrosis, por su parte, se localiza sobre todo en manos, rodillas, caderas, columna y pies.

El dolor también se expresa de forma diferente. Mientras que con la artritis es constante, con la artrosis se produce más dolor al mover la articulación y suele mejorar al dejarla en reposo.

En la artritis las articulaciones están calientes, rojas e hinchadas, y con el tiempo también pueden deformarse. En la artrosis las articulaciones «crujen» al moverlas, y en fases avanzadas se deforman y pierden movilidad.

Otra diferencia entre ambas enfermedades es que muchos tipos de artritis se acompañan de pérdida de peso, cansancio, fiebre, entre otros, mientras que la artrosis solo afecta a las articulaciones.

¿Qué tipos de artritis afectan las manos?

  • Tanto la osteoartritis como la artritis reumatoide (AR) pueden afectar las manos.
  • Mientras que la osteoartritis se debe a cambios degenerativos en los cartílagos, la AR es el resultado de una condición autoinmune.
  • La AR ocurre cuando el sistema inmunitario del cuerpo ataca el tejido sano que protege las articulaciones. Los síntomas que aparecen pueden ser similares a los de la osteoartritis, incluidos dolor, inflamación y enrojecimiento.
  • La AR puede ocurrir sin factores de riesgo. Sin embargo, las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de experimentar la condición. Las personas con historial familiar de AR, con obesidad o que fuman, también están en mayor riesgo de desarrollarla.
  • Aunque se puede desarrollar AR a cualquier edad, es más común que comience entre los 40 y 60 años.
  • Una persona también puede experimentar artritis postraumática en las manos. Esto sucede después de sufrir un daño en las manos, como con una lesión o un accidente relacionado con un deporte.
  • Los dedos fracturados o torcidos también pueden causar artritis postraumática. Las lesiones pueden acelerar el rompimiento del cartílago protector y producir inflamación.

 

¿Cómo se diagnostica la artritis reumatoide?

El reumatólogo valora los síntomas que presenta el enfermo y realiza una exploración física para comprobar si presenta calor, dolor e hinchazón en las articulaciones.

Los hallazgos que se pueden encontrar en las radiografías y algunos estudios analíticos (VSG, PCR, factor reumatoide, Anticuerpos anti-péptidos citrulinados cíclicos o Ac anti-CCP) son de gran utilidad para confirmar el diagnóstico.

Un buen control de la artritis reumatoide requiere de un diagnóstico temprano.

Ni hereditaria, ni contagiosa

La artritis reumatoidea no es hereditaria ni contagiosa. Tampoco se puede prevenir.

No se conoce su causa, pero estudios recientes demostraron que la presencia de algunos genes que regulan el funcionamiento del sistema inmunológico confieren mayor predisposición a desarrollar la patología.

El sistema inmunitario (que protege al organismo contra ataques de microorganismos) desempeña un papel importante en la inflamación y en el daño que este tipo de artritis produce en las articulaciones. Por razones aún no enteramente dilucidadas, las células del propio sistema inmunitario atacan a los tejidos de las articulaciones y provocan inflamación.

 

Los factores de riesgo de la artritis comprenden lo siguiente:

Antecedentes familiares. Algunos tipos de artritis son hereditarios, por lo que es probable que contraigas artritis si tus padres o hermanos tienen este trastorno. Tus genes pueden hacerte más vulnerable a los factores ambientales que pueden desencadenar artritis.

La edad. El riesgo de muchos tipos de artritis, entre ellos la artrosis, la artritis reumatoide y la gota, aumenta con la edad.

El sexo. Las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar artritis reumatoide, mientras que la mayoría de las personas que tienen gota, otro tipo de artritis, son hombres.

Lesión articular previa. Las personas que se han lesionado una articulación, tal vez mientras hacían deporte, con el tiempo tienen más probabilidades de contraer artritis en esa articulación.

Obesidad. El peso extra fuerza las articulaciones, en especial las rodillas, caderas y columna. Las personas con obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar artritis.

 

Terapia de frío y calor

Aplicar hielo en las articulaciones hinchadas durante 10 minutos cada vez puede ayudar a reducir la hinchazón. El hielo siempre debe tener una cubierta protectora, como un paño, para evitar lesionar la piel.

La terapia de calor algunas veces puede ayudar a relajar las articulaciones rígidas. Colocar las manos en una tina con agua tibia puede ayudar.

Algunos productos para terapia de calor y frío están disponibles para comprar en línea, incluso compresas frías y bolsas calientes.

También se ha comprobado que los tratamientos de parafina alivian y ayudan a aliviar la rigidez y el dolor. Los tratamientos con cera solo deben realizarse bajo supervisión de un terapeuta físico.

 

Para más información, contáctenos:

Teléfono: (281) 501-3604

Sitio web: www.clinicasanrafaeldebellairehoustontx.com

Dirección: 5930 Bellaire Blvd Suite C, Houston, TX 77081

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