Autismo
El autismo forma parte de los llamados trastornos generalizados del desarrollo. En estos trastornos no sólo se produce un retraso del desarrollo, sino un desarrollo atípico, con amplia alteración de las funciones. La mayoría de los niños con trastornos generalizados del desarrollo también sufren retraso mental (cociente intelectual inferior a 70). Dentro de los niños con autismo, existe un amplio espectro de gravedad, teniendo algunos síntomas más graves y otros más leves.
Los signos que pueden ser indicativos de TEA en los niños son:
En el parvulario y en la escuela, hay falta de interés por los demás niños.
No comparten intereses (no suelen señalar con el dedo lo que les llama la atención por compartirlo con el otro).
Ausencia de juego simbólico (dar de comer a las muñecas, hacer comida cocinitas, jugar a coches como si fueran de verdad, etc.)
Hay poco contacto visual y no observan la expresión de la cara del interlocutor cuando ven juntos algo inusual. No suelen presentar risa social.
Su lenguaje, si lo hay, es literal (no entienden las bromas, los chistes, los dobles sentidos ni las metáforas).
Evitan el contacto físico o les gusta poco. Suelen tener hipersensibilidad táctil, olfativa, gustativa y auditiva. A menudo hay poca sensibilidad al dolor.
Reaccionan poco ante la voz de los padres, lo que puede hacer sospechar de un déficit auditivo.
Tienen intereses inusuales. Éstos son repetitivos y no compartidos.
Pueden mostrar comportamientos extraños, repetitivos y autoestimulantes, como el balanceo, el movimiento de aleteo de manos o caminar de puntillas, entre otros.
Los que presentan más nivel intelectual notan que son diferentes, y no entienden lo que les pasa. Son la pieza del puzzle que no saben acoplarse ni encajar en el tablero social.
¿Cuáles son las causas y los factores de riesgo para los trastornos del espectro autista?
Los investigadores no saben cuáles son las causas exactas de los trastornos del espectro autista, pero hay estudios que sugieren que los genes pueden actuar junto con las influencias del entorno para afectar el desarrollo en formas que conducen al autismo. Aunque los científicos aún están intentando comprender por qué algunas personas presentan estos trastornos y otras no, algunos factores que aumentan el riesgo incluyen:
Tener hermanos con trastornos del espectro autista
Tener padres o madres mayores
Tener ciertas afecciones genéticas (por ejemplo, las personas con trastornos como el síndrome de Down, el síndrome del cromosoma X frágil y el síndrome de Rett son más propensas que otras a tener algún trastorno del espectro autista).
Tener un peso muy bajo al nacer
No todas las personas que tienen estos factores de riesgo tendrán autismo.
Patrones de comportamiento
Un niño o un adulto con trastorno del espectro autista puede tener intereses, actividades o patrones de comportamiento repetitivos y limitados, e incluso presentar cualquiera de los siguientes signos:
Realiza movimientos repetitivos, como balancearse, girar o aletear con las manos
Realiza actividades que podrían causarle daño, como morderse o golpearse la cabeza
Desarrolla rutinas o rituales específicos y se altera con el mínimo cambio
Tiene problemas con la coordinación o muestra patrones de movimientos extraños, como ser torpe o caminar en puntas de pie, y muestra un lenguaje corporal extraño, rígido o exagerado
Se deslumbra con los detalles de un objeto, como las ruedas que giran en un auto de juguete, pero no entiende el propósito general o el funcionamiento del objeto
Es más sensible que lo habitual a la luz, el sonido o el contacto físico, pero puede ser indiferente al dolor o la temperatura
No participa en juegos de imitación o de simulación
Se obsesiona con un objeto o una actividad con una intensidad o concentración anormales
Tiene preferencias específicas con respecto a los alimentos, como comer solamente unos pocos alimentos o no comer alimentos con una determinada textura
¿Cómo se diagnostica el trastorno del espectro autista?
La mayor conciencia social sobre los signos del autismo que existe en la actualidad y las nuevas herramientas de cribado facilitan la identificación precoz (temprana) del autismo. Los médicos se fijan en los signos y los síntomas del TEA en cada nueva revisión médica, hacen preguntas a los padres sobre lo que les preocupa de sus hijos y hacen pruebas de cribado a los niños en las visitas de los 18-meses y de los 2 años.
Si detectan en el niño rasgos que les preocupan, sugerirán la evaluación completa del niño. Esta suele implicar la participación de un equipo de expertos. El equipo puede incluir a:
Médicos que tratan trastornos del desarrollo
Psicólogos
Terapeutas ocupacionales y terapeutas del habla (terapeutas del habla)
Ellos observarán y evaluarán al niño para entender cómo se comunica, su lenguaje, su forma de pensar, sus emociones, su nivel de desarrollo, su salud física, sus habilidades sociales y sus habilidades para ayudarse a sí mismo. También preguntarán a la familia sobre lo que les preocupa, así como sobre el nacimiento, el crecimiento y el comportamiento del niño y los antecedentes médicos de la familia.
Tratamiento
Actualmente, no existe una cura para los TEA. Sin embargo, las investigaciones muestran que los servicios de tratamiento de intervención temprana pueden mejorar el desarrollo de estos niños. Los servicios de intervención temprana ayudan a los niños desde el nacimiento hasta los 3 años (36 meses) de edad a aprender destrezas importantes. Estos servicios pueden incluir terapia para ayudar al niño a hablar, caminar e interactuar con los demás. Por lo tanto, es importante hablar con el médico de su hijo lo antes posible si piensa que su hijo tiene un TEA u otro problema del desarrollo.
Incluso si a su hijo no se le ha diagnosticado un TEA, podría reunir los requisitos para recibir servicios de tratamiento de intervención tempana. La Ley para la Educación para Personas con Discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés) establece que los niños menores de 3 años (36 meses) de edad que estén en riesgo de tener retrasos del desarrollo podrían reunir los requisitos para recibir servicios. Esos servicios se prestan mediante un sistema de intervención temprana en su estado. A través de ese sistema, puede solicitar una evaluación.
Además, el tratamiento de síntomas particulares, como la terapia del habla para los retrasos en el lenguaje, no requiere que espere hasta recibir un diagnóstico formal de TEA.
Ante cualquier duda o más información, contáctenos
Dirección: 5930 bellaire blvd suite c, houston, tx 77081
Teléfono: (281) 501-3604
Horario: Lun – sáb 9am–9pm dom 9am–5pm
Correo-e: clinicasanrafaeldebellaire@gmail.com
Sitio web: www.clinicasanrafaeldebellairehoustontx.com